viernes, 6 de septiembre de 2013

Cinco errores frecuentes en el uso de prótesis dentales


En el uso de prótesis dentales removibles, se han identificado cinco errores comunes en el que incurren las personas que las usan y que pueden afectar su salud. Veamos cuáles son.


No lave la prótesis con pasta dental.

Lávela con jabón líquido de manos porque la pasta dental tiene componentes abrasivos que hace que la prótesis pierda su pulido y la hace más áspera, lo cual la vuelve más incómoda para su uso, y hace que atrape más las bacterias.


No la use de forma permanente.

La encía necesita momentos de descanso.  Lo ideal es quitársela durante la noche o durante varios momentos durante el día para que el tejido de la encía descanse y no se le hagan úlceras o que la saliva que queda atrapada no favorezca la invasión de hongos. 


No la sumerja en cloro.

Durante la noche, puede dejar la prótesis en un vaso con agua, o con pastillas limpiadoras que venden especialmente para eso, pero no use ninguna otra sustancia, como el cloro, para dejarla reposar porque esas sustancias son abrasivas para la prótesis y la encía.


No la cepille con cerdas duras ni solo en partes.

Cepille la prótesis con un cepillo de cerdas suaves y, preferiblemente, los que son diseñados especialmente para las prótesis. Además, debe cepillar toda la prótesis, no solo los dientes, porque la pieza completa necesita limpieza.


No deje los ganchos metidos en las encías. 

Los ganchos para sujetar las prótesis parciales deben estar aferrados al diente y no corridos y metidos en la encía, porque puede encarnarse y crear un problema más delicado.


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Muchos adultos mayores usan próstesis dentales en la actualidad porque, cuando ellos eran jóvenes, había una tendencia odontológica a quitar dientes como forma de tratamiento aunque el problema fuera pequeño. Ahora, el concepto es en sentido contrario: hacer todo lo posible por preservar o restaurar la pieza dental.

Como un consejo adicional a los cinco errores frecuentes, se recuerda la importancia de hacer el lavado de la prótesis después de cada comida y no solo una vez al día, pues el posible contacto de bacterias con las encías está presente en cada tiempo de alimentación. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

El desgaste dental: Uno de los tres principales males bucodentales de los adultos mayores


Los principales males bucodentales de los adultos mayores simbolizan un tridente formado por las caries, las encías sangrantes y el desgaste dental; sin embargo, este último problema es menos conocido, por lo que muchos adultos mayores consultan tardíamente por ese padecimiento.

Además de reconocer el problema, es decir estar consciente de los tres problemas frecuentes, es muy importante elevar la actitud preventiva general frente a ellos y adoptar sencillas prácticas higiénicas para reducir el riesgo de sufrir esos males.

Mantener todos los dientes sanos a lo largo de la vida es un “reto social”, ya que  la salud de dientes y encías, aunque ha mejorado en los últimos años, todavía es de baja preocupación entre los costarricenses, por lo que 8 de cada 10 personas ha perdido dientes cuando llega a la tercera edad, lo cual afecta negativamente la salud.

Según estadísticas de la CCSS, 4 de cada 10 personas mayores de 65 años tienen enfermedad periodontal activa (sangrado, movilidad dental, sarro en sus dientes) y 4 de cada 10 personas han perdido dientes por enfermedades de las encías. En contraposición, solo 1 de cada 10 personas tienen su boca en condición cien por ciento higiénica.

Sobre el desgaste no hay reportes oficiales todavía, pero los odontólogos reportan que es “frecuente” encontrar casos de desgaste de moderado a severo, situación que ellos estiman que serán una tendencia creciente en los próximos años, dado el aumento en la edad promedio de la población en general. 

El llamado a la población es para que eleve el autocuidado en los tres factores de manera uniforme y así tener tanta atención al proceso de desgaste como con el peligro de caries y de encías sangrantes. 

Los tres problemas son de lenta evolución y generalmente causan otras afecciones de la salud en la tercera edad, pues afectan la masticación, la nutrición y la vida social del adulto mayor.